En noviembre de 2018,las autorizaciones irregulares del INRA para asentamientos en Áreas Protegidas de Roboré causó que la población inicie una resistencia muy fuerte, con un bloqueo de la carretera bioceánica. Por ello la policía reprimió con excesiva violencia a la población movilizada (12 noviembre). Los testimonios de la población dan cuenta de una dura e indiscriminada represión con gases lacrimógenos. La represión no logró doblegar a la población; más bien la enardeció más y la turba llegó a incendiar el edificio de la policía. Esta aprehendió a 8 personas. Los bloqueos persistieron forzando una mesa de diálogo.